Muere el mar muerto

El mar Muerto, situado en la frontera entre la frontera entre Israel y Jordania, es el punto más profundo del mundo en tierra firme, yace a 416 metros por debajo del nivel del mar y se hunde hasta los 377 de profundidad. Además su salinidad es 8,6 veces superior a la de los océanos.

El río Jordán es su afluente más importante, pero éste ha perdido miles de metros cúbicos de agua y su superficie se ha reducido un 30%. Como consecuencia de este decrecimiento del río Jordán, el mar Muerto ha perdido en sólo tres décadas 14 Km³ de agua y según algunas organizaciones ecologistas, incluso podría llegar a desaparecer hacia el año 2.050.

La causa principal de estos hechos es que el caudal que debería alimentar el lago se destina al consumo humano de los habitantes de Israel, Jordania, Siria y el Líbano. También el mar es una fuente de sal, cloruro potásico y magnesio, que se extraen de forma industrial.

La falta del líquido ha originado largas fisuras en los suelos de la zona y ha cambiado su configuración geológica, ésta junto a la pérdida de cementación del terreno, es una de las consecuencias más visibles del desastre ecológico. A lo largo de la costa, la sal cristalizada mantiene unidos los granos de arena, pero cuando se disuelve, surgen enormes sumideros que pueden tragarse a personas y vehículos. En los últimos años han aparecido 3.000 boquetes, la mayoría en la ribera occidental.

Como remedio, algunos expertos plantean conectar el mar Muerto con el Mediterráneo o el mar Rojo para compensar su desgaste hídrico. La idea está apoyada por los gobiernos de la zona que costearían la inyección de agua procedente del mar Rojo a través de un canal de unos 180 kilómetros de largo. Pero el impacto ambiental de la unión es impredecible principalmente debido que las aguas de los diferentes mares contienen distintas sales que podrían formar películas de cristales de sulfato de calcio o incluso bloques de yeso.

Se intenta evitar que este desastre ocurra, ya que se sabe que alrededor de profundos manantiales de agua dulce prolifera una gran variedad de microorganismos, hasta ahora apenas estudiados.